- No me toques. ¿Acaso no ves que al hacerlo siento que me quemas? Comprende muchas cosas, las cosas no debían acabar así, pero esto fue lo mejor que surgió. Si detallas cada centímetro de mi energía notaras que me derrito ante tus contactos, que no se quien soy cuando te hallo a mi lado. Estoy resistiéndome a caer a tus pies otra vez. Pero ahí estas tu, mirándome, y siento que me pides mas pero no puedo perder el tiempo, no quiero ser nada para ti, no quiero pensar que los recuerdos se volverán borrosos y que la conclusión sera una lista de matices que aguarda para demostrar que nada de esto valió la pena.
(Suspiros)
Ella se acerca y lentamente le roba un beso.
¿Adonde vas?
¿Lo notas?, ya no estoy sola.
Se rompe una burbuja.
- No podía decírtelo, en ese momento me encontraba volando tan lejos que no ibas a entenderme. Y para cuando empecé a caer ya tu no estabas ahí, entonces daba lo mismo tratar de transmitir mis sentimientos, tu nunca estuviste en mis caídas siempre esperabas que mantuviera mi vuelo.
Adiós Ladrillo. Se cae cada uno. No hay edificación. Se acabo lo que empezó.
Ella la tomo de la mano. No le importo nada de lo que dijo, el beso ya no era robado, evoluciono a una retroalimentación de pasiones. Avanzaron hacia el cuarto y recordaron viejos caprichos.
Se quemaron las ganas.
Escuchaste lo que tanto querias escuchar, una poesia mas.
Y tu aroma es felicidad para mí, porque extraño las sonrisas que desembocaban de tu perfume.
Y volvió a estar con ella una y otra vez, pero esta vez con la intención de no dejarla ir.
Te quiero solo para mi.
Ya no te voy a compartir.
Ella se fue otra vez.
Estas donde empezaste.
No te diste cuenta, aquí no eras la protagonista porque te empeñaste en ser siempre el papel secundario, que tristeza tu timidez y tu falta de voluntad.
Te estrellaste.
Y a pesar de todo eso, ella te quiere.
